Estrategias del método TEACCH

Para poder trabajar con alumnos con TEACCH, hemos de tener en cuenta una serie de estrategias imprescindibles:

      Enseñanza estructurada: es importante para que aprendan a dar significado a sus experiencias, esto les ayuda a atender situaciones, añadiendo significado a sus experiencias ya que a través de la modalidad visual entienden mejor.

También les enseña a no depender tanto de otras personas y a generalizar todo lo que han aprendido en las nuevas situaciones. Además les ayuda a permanecer tranquilos y reduce las conductas desafiantes y los enfrentamientos personales. Dentro de esta estructura encontramos:

•       Estructuración espacial: este aspecto se refiere a organizar el aula en espacios delimitados. En cada espacio se realiza una actividad concreta. Dentro de ella encontramos:

1) Rincón de la agenda de clase.

2) Rincón de trabajo individual.

3) Rincón del material para trabajar.

4) Rincón de aprender.

5) Rincón del desayuno.

6) Rincón del ordenador.

7) Rincón de relajación.

8) Rincón de juegos.

9) Rincón de experimentos.

10) Panel.

•        Estructuración temporal: dentro del aula, como hemos dicho antes, se establecerán una serie de rutinas muy diferenciadas. Es muy importante que las actividades se repitan y sean interiorizadas por parte de los alumnos, por ello es muy importante realizar a diario algunas actividades como:

 

1) Rutina de entrada.

2) Rutina de la agenda de clase.

3) Rutina de “trabajo de mesa".

4) Rutina de aprender.

5) Rutina de desayuno en grupo.

6) Rutina de “fregar platos” y “poner el menú”.

7) Rutina de relajación.

•        Sistemas de trabajo: al alumno con TEA se le presentan una serie de cuestiones (¿qué hago?, ¿cuánto hago?, ¿qué pasa cuando haya terminado?) cuando se encuentra ante una situación de trabajo. Por eso estos sistemas de trabajo aportan al alumno bienestar y además le permite el trabajo sobre la flexibilidad.

Con estos sistemas de trabajo el alumno comprende el orden de las acciones y además el concepto de “terminado” que es muy importante para la organización del trabajo. Como hemos podido aventurar a lo largo del texto, este tipo de sistemas de trabajo se basan en la organización estructurada. Donde los apoyos visuales son clave para el alumno, así pues nos basaremos en la organización visual del material y del espacio para una mayor comprensión e independencia de los alumnos.

Y además las instrucciones deberán de ser visuales, es decir, la forma de comunicarnos con el alumno y la secuencia de pasos específicos para llevar a cabo una tarea.

      Actividades secuenciadas visualmente: la organización visual favorece que tengan una comprensión de lo que se espera de su tarea, y además el comienzo y la finalización. Algunas actividades podrían ser: fichas de dos colores diferentes para meterlas en la ranura correspondiente al color, separar piezas y meterlas en una caja, emparejar según categorías, clasificar cubiertos, ficha de emparejar calcetines o completar el nombre de un animal con las letras que están dentro de un recipiente.

      Enseñanza 1 a 1: este tipo de actividad se realiza para poder evaluar habilidades y trabajar objetivos concretos de comunicación e interacción con otros alumnos, así como el desarrollo de capacidades y el trabajo autónomo. Según el objetivo del maestro, su posición será más cercana, para trabajar la sociabilidad, o más alejada, para darle autonomía, con términos medios dentro de esta.

      Comunicación expresiva: en los alumnos con TEA es importante fomentar los comportamientos comunicativos, ya que su comunicación es más instrumental que social.  Existen algunas formas de comunicación según TEACCH: rabieta enfocada, donde sabe su problema y que se lo podemos solucionar; dar algo mientras tira de la mano, avance comunicativo algo más abstracto; dibujo solo de la silueta; lectura, el alumno emplea palabras como herramientas de comunicación; escritura, comunicación escrita, etc.

      Juego: muchos niños con TEA optan por el trabajo antes que por el juego, por ello es importante presentar el juego como forma de trabajo para que sea aceptado. Los niveles de desarrollo del juego consistirán en: conducta sensorio motriz repetitiva y conducta sensorio motriz exploradora, juegos de causa y efecto, rutinas simple o el juego simbólico.

      Problemas conductuales: se pueden deber al exceso de estímulos en el contexto o a una estructura física inadecuada. Por ello se debe procurar evitar la conducta antes de que se produzca, adelantarnos a ella, así pues, es importante establecer la función comunicativa de los problemas de comportamiento.

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