OBJETIVO DEL TRABAJO: Comprender el modelo del tratamiento y
educación de niños y niñas con problemas de autismo y comunicación (modelo TEACCH).
Este enfoque ofrece servicios que van orientados a la ayuda de niños con autismo, así como a su entorno más inmediato, con el objetivo de prepararlos para vivir y trabajar de una forma más eficiente y autónoma tanto en el ámbito personal como en el ámbito profesional.
La
palabra autismo proviene del prefijo griego autos
que significa propio o uno mismo. De acuerdo con la Confederación
del Autismo de España, se considera este trastorno como
parte de los TEA y, dependiendo del tipo, puede afectar a diferentes elementos
de las relaciones sociales, tanto en el lenguaje verbal como en el lenguaje no verbal.
Históricamente, el autismo
se describió en 1943 pero no se diagnosticó de forma oficial hasta 1980. Cabe
destacar que este trastorno es uno de los más comunes en nuestra sociedad
actual, ya que se considera que aproximadamente el 1 por cien de la población
mundial lo sufre.
En el
momento de la fundación de este modelo, el autismo era visto como un trastorno
provocado por los padres, ya que se decía que estos tenían una actitud distante
y fría con sus hijos e hijas hecho que provocaba el rechazo y el
distanciamiento entre ambas partes. Eric Schopler en 1971, director y fundador, se encargó de hacer ver que los padres, lejos de ser los causantes del autismo
en los niños y niñas, eran unos muy buenos modelos para estos (Educa Madrid,
2008).
Con
este método, se busca además la estimulación del alumno para la educación y
adquisición de unas normas y de unos hábitos, desarrollando también habilidades
concretas según cada individuo. Para ello, se hace uso de ciertos materiales
que contribuyen a dicha estimulación, motivando a los individuos a seguir a
delante con el trabajo. Estos materiales tienen un mecanismo muy estructurado y
simple a la vez, para que su manejo sea lo más fácil y cómodo posible.
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