Uno de
los métodos más utilizados para enseñar a los alumnos que no sufren autismo es mediante
el lenguaje verbal. Los maestros en la escuela y los padres en sus hogares,
están hablando todo el día, explicando cada paso de la actividad a realizar.
Estas explicaciones verbales resultan útiles para la mayoría de los alumnos,
pero para los alumnos con autismo no resultan efectivas y muchas veces no las
entienden.
Es más, los alumnos que tienen un
vocabulario amplio también pueden tener limitaciones en habilidades para
atender o procesar una explicación verbal, ya que les resulta muy compleja. A veces puede ser porque no se
dan cuenta de que se están dirigiendo a ellos o también puede que estén
distraídos con otros estímulos a su alrededor. Pero también es probable que no
comprendan el lenguaje que contiene expresiones idiomáticas, connotaciones
sutiles o vocabulario complejo aun cuando están prestando atención. Es por ello
que los alumnos con autismo pueden encontrar más dificultades a la hora de
aprender a través del lenguaje verbal, ya que además tienen necesidades de
apoyo generalizado.
Por
otra parte, otra forma de enseñanza es la demostración al alumno de lo que
queremos que realice unido a la expresión verbal. De igual manera, esta técnica
puede resultar muy poco efectiva para alumnos con autismo porque depende de la
habilidad que este alumno tenga para atender a la demostración y para
realizar una identificación de los elementos más relevantes de esta.
Hay
otro aspecto también muy influyente y de índole tradicional en nuestra cultura
de enseñanza, es que premiamos a los alumnos con respuestas sociales, como
elogios, sonrisas o algunos actos de comunicación, estas formas de premiar a
los alumnos pueden resultar confusas para un niño con autismo porque para él
resulta complicado decodificar la simbología del orgullo que siente la maestra
y de lo que significa para el alumno que la maestra esté orgullosa de él. Es
decir, que este alumno puede no entender la intención comunicativa de la
maestra y también puede ser que no considere relevantes las expresiones de
satisfacción de la maestra. Es por ello, que este refuerzo social puede tener
poco efecto en alumnos con autismo, aunque de igual manera podemos combinar
este método junto a otros que sean más significativos para alumnos con autismo.
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